¿Llevó alguna vez su propio huerto casero? Si no lo hizo y tiene un espacio de tierra disponible mi consejo es que pruebe al menos plantar unos tomates y luego compare esos tomates arrancados de la planta con los que compra en el supermercado. No hay mejor analogía que ésta a la hora de comparar una novela de autor independiente (como las mías) con las que suele encontrar en las librerías. ¿Sabe cuál es el primer filtro, tanto de la editorial para aceptar sólo leer su manuscrito así como de la tienda para aceptar tener su libro en algún estante? Que lo que usted escribió “encaje en su línea de producción y venta”. Esto no es una idea tácita, es su respuesta literal directa (podrían al menos decir “coincida” en lugar de “encaje” que suena a hacerla entrar a martillazos), la verá en la página de contacto de los mismos sitios web de las grandes editoriales. ¡Gran incentivo tanto para el escritor como para el lector! ¿Compraría usted un tomate que en su envoltorio describa la mierda de cerdo y pesticidas que se utilizaron con el único fin de competir en precios con otros agricultores?, imagine un libro que en la contratapa, como texto de gancho para el lector diga: «La presente novela “encajó” en la línea editorial de…» Creatividad, autenticidad, personalidad, libertad de expresión, ¿no son estas características las que dan sentido a agregar un bloque más de papel y tinta a los millones ya presentes en el mercado?
Y, ¿qué decir acerca de la equidad del negocio? Aunque usted no haya escrito una novela se imagina el trabajo que esto implica. También, investigando un poco en internet puede enterarse de qué porcentaje se lleva el autor del precio final quitando lo que se llevan editorial, distribuidora y librería.
Ignoro si muchos pero sé que hay otros autores que al igual que yo tomaron la iniciativa de publicar por sí mismos. Ahora bien, utilizar internet no es necesariamente sinónimo de romper cadenas, desafortunadamente la mayoría tiene que caer en la red de multinacionales (lo que yo me resigné a hacer con mis novelas), que es pasar de tener que satisfacer los requisitos de un gran hermano a ser esclavo de un hermano enorme.
Es innegable la “nube” negra en el horizonte que ha significado internet a las tiendas físicas. En el caso de los libros también se han visto afectadas las grandes editoriales con su tradicional modelo de distribución. Además de la venta online y los formatos digitales (ebook) se está implementando la “impresión bajo demanda”, que obliga a las librerías físicas a pagar para tener estos libros en stock. Luego está el tema de la “conciencia ecológica”, no por nada están apareciendo tiendas que revenden libros de segunda mano en base a este argumento. Si el panorama sigue evolucionando en esta dirección, como seguramente pasará, para la tienda física no es mala idea apostar por abrir espacio al autor independiente, a la tienda no implica ningún riesgo. No va a ser su salvación, pero les servirá de ayuda. Como se hizo con los alimentos orgánicos en las tiendas de comestibles, es cuestión de tomar la iniciativa y saber promocionarlo.
Alguno señalará con razón que esto implica que el mismo autor realice el trabajo de corrección, edición, ilustración (como es mi caso) o en su defecto pague a un tercero por hacerlo. Personalmente juzgué valía la pena tomarme también este trabajo.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, ¿no sería maravilloso poder comprar el libro directamente al autor?, evitaría seguir alimentando esta cadena de producción que castra la razón de ser de la misma expresión artística. Pues, buenas noticias, esto es posible, tengo publicadas mis novelas en éste, que es mi sitio web personal. Lamentablemente para copias impresas hay que depender de terceros, pero para obtener una copia digital basta contactar directamente conmigo y por correo electrónico convenir la forma de pago y obtener la novela.
Gracias de antemano por su atención y consideración.
©2020 - Walter Alejandro Iglesias