Su atmósfera onírica me recordaba las comedias de Woody Allen: cinco adultos disfrutando de amistad mutua en Nueva York... Seguramente, como yo, usted vivió la felicidad de aquella amistad como propia, así como el amor platónico del protagonista por otro miembro del grupo que es lo que mantiene la tensión desde el primero al último episodio de las nueve temporadas que dura la serie. En un segundo nivel de ficción, no pocos habrán además fantaseado con convertirse en actores famosos y ganar fortunas sólo por pasar un buen rato en un estudio de televisión, como nos hacen creer los vídeos de blooper.
No antes de que el show hubiera acabado nos enteramos (ella lo revela a los medios) de que la joven actriz que representaba el papel de amada —donde todo nuestro deseo y frustración convergen—, al mismo tiempo que trabajaba duro junto al resto del grupo en hacernos pasar por alto nuestras propias penas venía sometiéndose a operaciones para erradicar el cáncer de ovarios que le habían diagnosticado con sólo veinticinco años de edad.
©2014 - Walter Alejandro Iglesias